Sustitutos de azúcar, ¿cuándo usarlos?
- Admin
- 9 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Todos tenemos una relación de amor y odio con los sabores dulces que secretamente nos encanta. El consumo del edulcorante más común, el azúcar que se encuentra en tu alacena, en los últimos años ha recibido críticas tan severas que ha dejado atrás al tan famoso colesterol.
Pero no solo existe el azúcar, y como respuesta, surgen los edulcorantes libres de calorías que prometen ofrecer el mismo sabor sin los problemas que conlleva un alto consumo de azúcar. Entre ellos se encuentra el aspartame, la sacarina, la sucralosa, el Acesulfame K, entre otros.
Como cualquier producto nuevo, se analiza constantemente qué consecuencias puede tener su consumo para nuestro cuerpo y hasta el momento no existen evidencias concluyentes, por lo que no debes catalogarlos como buenos o malos, simplemente son una opción. Analicemos a los más comunes para conocer qué es realmente lo que estamos metiendo a nuestro cuerpo:

Sacarina
Descubierto en 1879, fue la primera opción no calórica. Posee un poder endulzante 300 veces más fuerte que el azúcar, pero puede dejar un sabor amargo en la boca. Muy utilizado en la industria de alimentos por su alta resistencia al calor. Recomendado para alimentos horneados.
Aspartame
Sabor con mayor similitud al azúcar en comparación con la sacarina, muy utilizado principalmente en productos que no se exponen a altas temperaturas. No se recomienda para hornear pues tiende a cambiar su composición por el calor. Se encuentra comúnmente en jugos, refrescos y yogurt. Es 200 veces más dulce que el azúcar.
Acesulfame K
Tiene la ventaja de no dejar residuo de sabor y es 200 veces las dulce que el azúcar. No se acumula en el cuerpo y su resistencia al calor es buena, por lo que se puede utilizar en gran cantidad de procesos de producción de alimentos.
Stevia
A partir de una planta se obtiene un sustituto de azúcar con un poder endulzante 300 veces más fuerte, que en ocasiones puede dejar un ligero sabor amargo. Tiene buena resistencia al calor, por lo que es muy versátil.
Entonces, ¿debo usarlos?
Si bien no los recomiendo como un producto de consumo diario (¿Realmente NECESITAS algo dulce todos los días?), si los considero una opción a utilizar cuando se inicia la transición a hábitos más saludables. No existen pruebas confirmatorias sobre algún efecto nocivo a la salud, pero como con cualquier sustancia relativamente nueva, es mejor no abusar hasta que se tenga mayor evidencia. El único caso en el que realmente se justifica prohibir el uso de edulcorantes artificiales es cuando existe fenilcetonuria, una enfermedad que puede tener consecuencias graves por el consumo de fenilalanina, compuesto presente en la mayoría de los edulcorantes artificiales.
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